La Vuelta Al Mundo En 80 Músicas – Temp. III – Cap. XLVII – Especial WOMEX 2016
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octubre 27, 2016Texto: Ruth García / Fotos: Cristina del Barco
Hacía al menos 6 años que no pasaba por una de las salas más míticas, en lo que se refiere a la música en directo, de Madrid…Moby Dick. Pero la ocasión lo merecía. Pocas veces se tiene la suerte de ver en directo a una de las bandas que surgió justo el mismo año que naciste, 1979, y que además de seguir en activo, prometan disco nuevo en breve.
Y esta formación, Crash Course In Science, son precursores de lo que hoy llamamos techno e industrial, géneros que han sumado a cientos de miles de adeptos, si comparamos con lo underground del momento en que ellos surgieron, testigos de la nueva ola de sonidos electrónicos y post punk que arrasaba en la Alemania de finales de los 70.
Antes de entrar en materia con el espléndido live de los americanos (la formación inicial, salvo que a Dale le sustituía el productor de siempre, John), tuve la enormísima suerte de poder disfrutar de un dueto madrileño, Ruido y Tortura. Moira y Santi (Contubernio) me dejaron literalmente pasmada.
No sólo me encantó su música, que al final es lo que venimos a valorar como buenamente se puede, sino que la puesta en escena es de esas que dejan marca en tu retina, por original y por desvergonzada. Cubiertos por una malla que convertía sus rostros en anónimos, Ruido y Tortura embelesaron al público con sus performances en temas como “Plástico”, una auténtica locura del oscureo electrónico con mensaje sano…y todo. Brutales en su ejecución, en la puesta en escena y en hacerme recuperar la fe en el rollo más underground madrileño. Benditos Ruido y Tortura!
Pronto subían Mallory, Michael y John al escenario (unos minutos antes habíamos tenido una extensísima conversación que será convenientemente narrada en breve…todo a su tiempo). Y sonaba un clásico ‘It Cost’s to be Austere’, tema con el que abrieron un live que divertido, visualista y que dejaba clarísimo porqué vuelven…están en plena forma.
No faltaron ninguno de sus clásicos, ‘Flying Turns’, ‘Cardboad Lamb’, ‘Jum over barrels’, ‘No More Hollow Doors’… e incluso se atrevieron a presentar un par de temas nuevos, más industrialoides que post punk, pero sin perder la esencia, que es hacer música divirtiéndose, para divertirse y para que los presentes lo diéramos absolutamente todo bailando. Y así fue.
Crash Course In Science destacan por hacer su música con elementos que no son musicales propiamente dichos…son artistas hasta en la forma de crear sonidos y éstos, una vez procesados, los ponen de manifiesto en sus conciertos, dando forma a un sonido único y muy singular, ése que les ha llevado a influenciar a numerosas bandas y que, estoy segura, seguirá haciéndolo.
Larga vida a Crash Course In Science. De diez (lo mismo que el trato de la gente de Giradiscos…chapó!).