por Ruth G. Núñez de Arenas
El Beefeater In-Edit concluyó en Barcelona hace unos días y al fin puedo hablaros de lo que para mi ha supuesto esta edición del festival de documentales musicales, un encuentro que ha sido un exitazo en todos los sentidos, tanto en la afluencia de público, como en la programación en sí.
Segura de que me perdería grandes filmes como el dedicado a Nina Simone, decidí escoger aquello que más me llamaba la atención, independientemente de las expectativas que ya corrían por los medios los días previos al certamen.
‘B-Movie: Lust & Sound in West-Berlin 1979-1989’ fue el primer documental al que me acerqué movida por mi sabida predilección por la electrónica alemana de los primeros 80 y el post-punk berlinés.
Narrado por Mark Reeder en primera persona se nos retrata la capital germana desde 1979 a 1989, poniendo el punto y final tras la caída del muro de Berlín y una escena gloriosa de la celebración con David Hasselhoff como artista protagonista.
Bandas como Tangerine Dream, Die Toten Hosen, Einstürzende Neubauten y Malaria!, de las que fue manager, aparecen en un documental con una banda sonora exquisita e imprescindible para entender la música electrónica con sello alemán.
‘B-Movie’ es un fiel retrato del Berlín de toda una década y de lo que se cocía en West Berlin, el lado occidental de la ciudad, lugar de refugio para artistas como Nick Cave, David Bowie… maravillosa cinta en todos los aspectos.
Blixa Bargeld de Einstürzende Neubaten en una imagen del documental B-Movie, Lust & Found in West Berlin 1979-1989
Mención especial merece también ‘The Possibilities Are Endless’, filme que consigue que comprendamos qué es sufrir una apoplejía y desconectar pensamientos, lenguaje, recuerdos…todo. Edwyn Collins cuenta en primera persona cómo se recuperó del infarto y hemorragia cerebral que sufrió en 2005.
El título de la cinta corresponde precisamente a las cuatro palabras que el artista, conocido por temas como ‘A girl like you’, repetía sin cesar, lo mismo que el nombre de su esposa, Grace Maxwell, pieza fundamental en la lenta pero efectiva recuperación del músico.
Como si buceáramos dentro del cerebro de Collins, el documental nos da una visión de la realidad por la que pasan las personas que como el cantante escocés sufren en ese mar de inmensidad de frases inconexas, tartamudeos y nebulosas de ideas. Un documental que toca de lleno en el corazón por su emotividad y humanidad.
Interesantísima la vida y milagros de Kurt Cobain, sería estúpido negar la mayor. Quizás por eso ‘Cobain: Montage of Heck’ me dejó cierto mal sabor de boca. La cinta ahonda en la infancia del que fuera líder de Nirvana. Testimonios de ex novia, madre y viuda mezclados con imágenes que de tan íntimas pudieran haber sido prescindibles. Sí, quiero conocer al de Seatle…pero no hacía falta ver la decadencia extrema a la que llegó en escenas junto a su hija. Llamadme romántica.
La misma sensación tuve al visionar el momento actual de Adam Ant en ‘The Blueback Hussar‘, un personaje muy enigmático que cayó en su propia locura. Como si de Napoleón Bonaparte se tratara, pero despojado del glamour que un día le fue insignia, el cantante y performance deja ver quien es ahora y cómo ha vuelto a rehacer su carrera profesional. Ardua tarea a la que no le falta un punto de picardía, como a la misma conversación de Ant, y de salsa agridulce (los años oscuros en el psiquiátrico, a veces se asoman a la reja…).
He dejado para el final el documental con el que In-Edit abría esta edición, Daft Punk Unchained, de Hervé Martin-Delpierre, un filme que ha logrado lleno absoluto en las proyecciones, un éxito en taquilla. Y es que la historia de estos dos enmascarados comienza sin ese anonimato. Una primera banda con la que se ubica al espectador, haciéndole cómplice de su robotización posterior, invitándole a conocer más sobre el duo francés de música de baile.
Cuanto menos interesante documental, pero no tan delicioso como el primero…