Una hora con Reserva Espiritual de Occidente
marzo 10, 2017Llega la tercera edición del ‘Primavera Trompetera’
marzo 17, 2017Texto: Ruth García // Fotografía: Julio Tovar
Acercarte al Universo tanto que afloran tus lágrimas, cuando te sientes sólo uno, cuando vibras en la misma frecuencia y te dejas ir, haciendo que salga todo, vaciándote para llenarte después. Como un ritual, un hechizo cantado, recitado y tocado, con delicadez y amor, con furia y dolor, lo humano, lo divino…lo malo, lo bueno, las dos caras de lo mismo.
La dualidad es vida, la vida energía y la energía el infinito, lo eterno. Así es Reserva Espiritual de Occidente, una performance de realidad dura y aterciopelada, donde verse reflejado. El espíritu colectivo transmuta en unidad.
Akelarre, invocación a algo más grande que nosotros, pero que anida en todas y cada una de nuestras células, y a través de la música va hilando el sonido que sale de nuestro pecho, siguiendo el compás que marcan cinco jinetes y una sacerdotisa. REO exhibían su ‘Cristo de la Atlántida’, disco que se vislumbra apoteosis y nacimiento, muerte y vida, desgarrador y a la vez constructivo, simplemente bello, intenso y real.
Empieza la intro y con ella el trance y ya a dos palmos del suelo, escuchas “Ensalmo”, exorcismo por el mal de mores universal, que brote la sangre, que lo políticamente correcto no es sano y nos corroe por dentro.
Nada bueno, nada malo, nada es limitado, nada tiene fin… Suenan los tambores, apelando a lo primitivo, al lobo que llevamos dentro. “Torre de Hércules”…“Tatenokai”. Sigue la catarsis. Muerte y vida.
Estalla la guitarra, continuando el ascenso, de dentro a fuera, del estómago al pecho. No hay rincón del auditorio que no esté lleno, rebosante de intensidad. Un “in crescendo” en cadena, constante y firme, como las flores se abren paso cuando llega la primavera al Teatro del Arte.