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El pasado 28 de abril de 2014, Pink Tones realizaron su homenaje a la suite Atom Heart Mother en el Anfiteatro Romano de Segóbriga, Cuenca. Dos años y un mes después, vuelven para ofrecer una actuación con un repertorio más amplio que fue grabada en su totalidad y de la que fuimos unos 300 los afortunados espectadores.
La actuación estaba programada para comenzar y terminar a una hora determinada e inevitablemente el público tuvo que estar presente durante la prueba de sonido que, o bien se alargó más de lo debido o empezó tarde. Al fin y al cabo, Segóbriga estaba abierto el público y en ese intervalo de tiempo no se pudo probar nada.
La idea era presenciar esta actuación, cuyo objetivo era ser grabada y no sólo disfrutada. Así que a las 17.40 y disculpándose por el retraso, la banda comienza, no sin antes pedir silencio.
La disposición del escenario, con ese gong central que marca y divide a los componentes, el fondo del anfiteatro con ese arco central y esa fachada derruida… son elementos que nos recuerdan tanto a aquella actuación que Pink Floyd hicieron en 1972 en Pompeya, que no hay mejor forma de comenzar que con Echoes (de Meddle, 1971), y la mejor forma de sumergirnos en el universo Pink, sea quién sea ese tal Pink.
El clima es de lo mas agradable, las nubes aparecen de vez en cuando para entornar a un sol potente y el viento hace que podamos tomar aire sin llegar a desatender al espectáculo. Continúan con Set The Controls For The Heart Of The Sun y los problemas de sonido se hacen latentes, las voces, tanto de los miembros de la banda como de las coristas, están tan bajas que apenas se aprecian con el resto de los instrumentos. Cruzamos los dedos para que el trabajo de mezcla y producción haga justicia a esta actuación para que no la enturbie, porque a nivel de ejecución, es perfecta.
Llega The Great Gig In The Sky y Ángela Cervantes, como ya es habitual, interpreta la voz principal. El viento jugaba con su melena y con su etéreo vestido, haciéndolos bailar al son de su voz, las nubes cruzaban Segóbriga con rapidez, completo silencio ante la actuación. Nos sentimos atrapados en un viaje del que no queremos salir.
One Of These Days precede a Shine Oh You Crazy Diamond, que ejecutan completa, las 9 partes de forma continuada. Cuando la voz canta “Remember when you were young, You shone like the sun”, la voz ha terminado de romperse. A nivel de sonido, claro. Tanto es así, que Álvaro se ve obligado a dejar de cantar, cambiarse al micrófono del segundo guitarra, y cantar en el para que la gente a los mandos de la mesa entendiera cómo debía de sonar la voz.
Y todo con una sonrisa, a pesar de los evidentes nervios y malestar que estos problemas provocan, la banda siguió tocando, y tocando muy bien. Aún siendo conscientes de que están siendo grabados por al menos diez cámaras, de saber que esta canción probablemente no pueda estar en la grabación final (y hablamos de cerca de una cuarta parte de la actuación, porque Shine Oh con sus nueve partes alcanza los 27 minutos), Pink Tones continuaron. Una gran muestra de profesionalidad.
Le siguen Brain Damage y Eclipse y finalmente cierran con la suite Atom Heart Mother.
En la prueba de sonido, la orquesta mostraba dudas con la entrada de esta suite y con la parte final, dudas que se disiparon en la actuación final. Ángela Cervantes de nuevo hace la parte solista, pero esta vez está acompañada de un coro de 11 personas en el escenario y otras 10 más situadas sobre fachada del anfiteatro y ataviados con trajes y máscaras clásicas propias del teatro romano.
Disfrutar de Pink Tones siempre es una delicia. Hacerlo en en un lugar como Segóbriga, algo excepcional. Sin duda, la actuación que con más cariño guardo a pesar de todo. Espero ansiosamente la mezcla y edición final de esos videos para poder disfrutarlo de nuevo.