Out Of The North – Le Syndicat Electronique
octubre 6, 2022X Morada Sónica
noviembre 2, 2022Comenzaba junio y yo acababa de publicar una crónica sobre el concierto de Dead Can Dance en Barcelona. Sublime. Me propuse entonces entrevistar a Lisa Gerrard, vocalista de esta enigmática y pionera banda. Dos meses después conseguí tener una extensa charla con la galardonada artista, referente absoluto para mi por su prolífica trayectoria musical. No quiero extenderme mucho más contando quién es Lisa Gerrard.
Quiero que os adentréis en esta conversación como lo hice yo, con la inocencia de alguien que admira a su interlocutor. Lisa Gerrard actuará en noviembre en Portugal. Desde aquí alzo mi voz para que acudáis a sus directos, ya sea como DCD, como solista o con sus colaboradores Hans Zimmer, Jules Maxwell y Marcello De Francisci. Es casi apremiante verla sobre el escenario, escuchar su forma cantar y sobre todo, como ella misma dice ,»SENTIR».
Háblame de ‘Exaudia’, el último disco que has hecho con Marcello De Francisci, ¿cómo surgió de nuevo trabajar juntos?
Bueno, para mí, el álbum es para cuando la gente está cerca de la intimidad y en tu esperanza emocional, porque hemos pasado por un período de tiempo tan oscuro, ya sabes, con todos nosotros encerrados. Es la primera vez en mi vida que nos dijeron que cantar era ilegal. Con este proyecto en particular, debido a COVID, Marcello me contactó y me preguntó “¿quieres que hagamos algo juntos? Porque es COVID y no podemos ir a ningún lado” y dije que sí. Entonces me envió algunos «sketches» y él dice “canta por 5 ó 6 partes sobre esto que te mando” y yo comienzo a trabajar con mi voz y así es como funciona.
Es muy diferente de vuestra anterior colaboración ‘Tears of Gaza”.
Sí porque para mí la música ha evolucionado. Realmente, ‘Departum’ (álbum publicado en 2010), fue un experimento para saber que podíamos hacer algo juntos. Hemos hecho películas juntos como ‘Jane Got A Gun’. Han pasado muchas cosas desde ‘Departum’ y en consecuencia la música ha evolucionado.
¿Cuál es la diferencia entre ‘Exaudia’ y el álbum que ha hecho junto a Jules Maxwell, ‘Burn’?
Bueno, cada uno con el que trabajo tiempo cuando trabajo hace una historia diferente. Con la música reaccionas a la persona. Es una reacción a la realidad. Y Jules tiene una energía muy diferente a la de Marcello… A menudo pienso con la música en sí misma que soy “el fantasma en el banquete”: si estoy cantando con alguien más, mientras escriben música, estoy representando y mostrando lo que ya está dentro de ellos y que no pudieron ver. O que vieron, pero no supieron cómo poner en alguna forma, en canto, porque es tan abstracto… .
Naciste en un barrio multicultural de Melbourne…
Sí, vivía en un área griega e italiana en la que también residían turcos, una gran comunidad turca. Debido a mis padres, vivíamos en una zona de inmigrantes, todos los nuevos australianos vinieron a vivir a esa zona. Y yo siempre pienso que este hecho fue fundamental a la hora de expresar mi canto. Siempre escuchabas música, especialmente en las noches calurosas música italiana, música griega, música islámica… y también en mi casa familiar era canto gaélico…. Así que nunca sentí una conexión con las palabras cantadas, porque no se trataba de lo que dijese, sino de lo que sintiese.
Sí por ahí iba la pregunta. Esa parte de tu vida influyó mucho a la hora de crear tu propio lenguaje a la hora de cantar…
Creo que tiene un impacto muy grande, si. No quiero decirle a la gente qué pensar cuando escuchan mi trabajo. Otras personas pueden decirles qué pensar. Quiero que sean capaces de sentir y hacer algo de lo que ellos sientan en su propio viaje…. No soy yo diciéndoles lo que es, son ellos mismos definiéndose en ese viaje.
A veces, si escucho música en otro idioma, estoy pensando en un amor antiguo o algo así, pero cuando leo las palabras, no están cantando sobre eso. Vivo la inocencia de esa conexión donde no te dicen cómo tienes que pensar. Porque no quiero pensar cuando escucho música, quiero sentir.
Quiero sentir quién soy o quién es la persona que escucha la música para descubrir cosas dentro de sí misma. A menudo, cuando estoy haciendo los conciertos, mucha gente llora en la audiencia. Cuando te unes a un concierto, mucha gente llora en la audiencia y creo que no lloran porque estén tristes, lloran porque recuerdan cosas que no se les ha permitido sentir durante mucho tiempo, o tienen sentimientos acerca de las cosas que suceden durante mucho tiempo, porque cuando escuchas la música con el canto, el canto te dice lo que se supone que debes pensar, te dice cómo sentirte y no quiero hacer eso. Quiero que la gente encuentre una forma de usarlo como instrumento catártico… para su propia su experiencia.
¿Cómo ha sido la evolución a la hora de crear y componer con Dead Can Dance? Quiero decir, desde los primeros álbumes hasta ahora ha habido una gran evolución. ¿Ha cambiado también el modo de componer junto a Brendan Perry?
Escribimos música juntos, así que depende de la situación. Estamos escribiendo un álbum sobre el momento. Hay algunas variables diferentes. Brendan puede estar escribiendo algo y yo lo escucho, y le digo creo que puedo escribir algo con eso, y escribo…, es así. Podemos hacer algo aquí o no aquí… Hablamos mucho sobre el concepto y la concepción, lo que significan las piezas en nuestra forma de narración abstracta. Me siento como si estuviera en un clima frío y caminando por la nieve, o me siento como si estuviera en un jardín, con muchas criaturas extrañas… Hablamos de esto así. Pero en última instancia, escribimos música juntos, no pasa nada raro.
Con DCD tocáis instrumentos con un toque ancestral, imagino que alguno de ellos tiene un origen curioso, especial. ¿Hay alguna historia especial que posea alguno de los instrumentos que amas tocar?
El Yangqin es algo que antecede a Cristo por 1000 años. …….. mil años!!! Es muy muy antiguo. Viene de China y ese es el instrumento que toco con DCD, pero la música que escribimos usamos teclados y samplers, etc. Y hago mucho trabajo vocal, ya sabes, hago muchos coros sólo con voz.
Puedes hablarme de la colaboración que hiciste con Agustí Villaronga, la película ‘El niño de la luna’. ¿Cómo fue la conexión con él, cómo surgió esa colaboración, y cómo te sentiste actuando, interpretando un papel como actriz?
Hubo bastante. Fue como un milagro porque perdí la voz durante un año porque cantaba con laringitis y mi voz desapareció durante 1 año. Y este amigo mío conoce a un director de cine que quiere ver si puede trabajar conmigo en su película. Así que es amigo mío, dice que puede trabajar conmigo en su película y yo lo hice. Pero en realidad nunca me interesó ser actriz. Sí, es absolutamente diferente a cantar.
A propósito del cine, ha obtenido numerosas sonoras, no sólo ‘Gladiator’, que es la más famosa. ¿Crees que el cine tiene también ese poder catárquico como la música?
Creo que cuando haces música para una película estás creando capas de atmósfera e imágenes emocionales y son el tejido que cuentan la historia. Porque cuando estamos en una habitación en silencio, no es realmente silencioso, incluso si es algo que no puedes escuchar: el sonido de un recuerdo o del pasado o del presente. Hay algo de atmósfera y eso es lo que es hacer música de cine, es crear esta atmósfera para agrandar o iluminar la historia, de modo que cuando el director quiera contar la historia, pueda ponerte en el lugar de intimidad, con los actores para poder transmitir su historia. Lo que me interesa de hacer música para cine es crear esas atmósferas y emocionales. Tocas música de cine, tocas temas muy emotivos para ayudar a la historia. El sonido del pasado, el sonido del presente… Crear ambientes.
Desde luego, para mi la música es parte del lenguaje narrativo de la cinta…
Sí, puedes pensar que no hay sonido, pero si cierras los ojos puedes escuchar el tráfico, o los ascensores, o los corredores, o los ecos en los pasillos, el agua corriendo, siempre suena. Cuando estás pensando profundamente en algo, en privado, hay una textura emocional que es invisible y no puedes escucharla. Para llevar a las personas a comprender este momento y la profundidad de la intimidad en este momento, la música es una herramienta muy poderosa.
Para mi la música de DCD es como un ritual ancestral que conecta al humano con el universo en el que vive, con la Tierra y con él mismo. Qué piensas de la humanidad, del momento en que vivimos y nuestra relación con el planeta?
Creo que somos más humanos de lo que nunca hemos sido en este momento porque creo que los humanos son criaturas innatamente malvadas por naturaleza, y cuando no tienen autocontrol sobre su codicia y sus celos y su propiedad y su odio y pueden asesinar, entonces son lo más humanos que pueden ser. Lo único que aleja a las personas de ser humanos es el tejido del alma que no muere. Pero el ser humano mismo es un animal, el peor tipo de animal. Los animales son sagrados en comparación con los seres humanos. Pero esto es muy pesado, no quiero hablarte de esto porque es demasiado pesado.
Realmente quiero que la gente sepa acerca de ‘Exaudia’ porque estamos viviendo en una época muy oscura y es muy importante que mantengamos la perspectiva, que no tenemos que involucrarnos en esta oscuridad que podemos encontrar nuestro propio santuario para vivir y expresar adentrarnos y explorar. Y podemos vivir en nuestros sueños. No necesitamos vivir en el horrible agujero de la realidad y la crueldad y la mediocridad del ser humano, de hecho podemos escapar de esto. Y eso es lo que hago. No quiero decirle a la gente mensajes políticos… Solo quiero cantar para que otras personas puedan sentir.
Si pueden sentir y permanecer sensibles, y si son sensibles, sus corazones escucharán la verdad y evolucionarán espiritualmente. La espiritualidad es parte del trabajo, la espiritualidad está llegando al mundo. Eso es lo que queremos con este trabajo, tratamos de que no se conviertan en estas máquinas entumecidas codiciosas que no sienten nada. Todo el propósito del arte es hacer que la gente sienta.
¿Qué opinas sobre el problema del cambio climático?
Mi opinión sobre lo que está pasando en este momento es una desgracia. Estoy triste y no entiendo por qué estamos tan relajados y vivimos con calma y gentileza. El mundo en el que estamos viviendo en este momento es aterrador porque de un día para otro no sabemos qué va a pasar. ¿Y tú, qué piensas?
¿Qué opino yo? Que deberíamos estar preocupados por toda esta problemática. ¿Lo reivindicas de alguna manera en tu música?
La música es como…. sabes que es una cosa que pasa con los músicos y con los artistas: si las cosas van bien hacemos una historia muy oscura y si las cosas van mal, hacemos una historia muy hermosa, muy ligera, una historia feliz… casi de alguna manera es como si estuviéramos tratando de crear algún tipo de equilibrio. Y es por eso que creo que este disco en particular, ‘Exaudia’, es muy positivo. Está buscando algo muy suave, muy femenino, muy dulce… ya sabes, un lugar en el que poder refugiarnos.
Es una experiencia humana muy personal. No se trata del mundo, es una experiencia humana personal, una historia.
¿Vas a llevar al directo ‘Exaudia’ con Marcello? ¿España estará incluida en el tour?
Sí pero este año estoy muy ocupada con los conciertos de DCD, con Hans Zimmer y Jules Maxwell, pero el año que viene sí, sería maravilloso llegar al directo. Bueno eso seria genial pero tenemos que sentarnos a trabajar en ello. Me encantaría.
Y ya por curiosidad, ¿cómo aprendió a cantar Lisa Gerrard, es autodidacta?
Sí, si quieres cantar vas a lograr el modo de hacerlo. Lo haces. Lo único que tienes que hacer es sentirlo.