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Nada es lo que aparenta. En la vorágine del día a día las máscaras que nos ponemos para esconder lo verdadero (no solamente a nosotrxs mismxs sino a todo lo demás) no permiten conectar con lo auténtico, con lo esencial, con lo primitivo de nuestro verdadero ser. A partir de esta reflexión comencé una búsqueda dentro de mí y fuera, de lo que la intuición me orientase como digno de conocer, presenciar y experimentar para lograr el particular cometido de encontrarme y encontrar. Desde entonces recorro, documentando con mi cámara, crónicas y relatos, distintos ambientes, eventos, artistas y personas de a pie que me entusiasman tanto como decepcionan. Lo que me permite acercarme más a dónde y con quienes fluir y compartir de la manera más genuina.
La experiencia de presenciar y ser parte de un evento donde música, performance, ambiente y filosofía liberal fueran el reclamo, hizo que la invitación a cubrir el evento QUINTAESENCIA fuera otro empujón a seguir con mi búsqueda. Esta vez para la edición CRUCIFIXION, justamente el viernes santo.
El concepto detrás de los eventos QUINTAESENCIA es la propuesta de viajar por las tres partes de la mente humana: a través del inconsciente, el subconsciente y el consciente por medio de la música, la transgresión, la provocación y la reflexión en un ambiente privado y liberal BDSM/ fetish. Para la edición CRUCIFIXION, el concepto visual y escénico orbitaría alrededor de la crítica al simbolismo católico, desde la danza y performance radicales, proyecciones visuales, y para la parte musical contaríamos con la presencia de tres reconocidas DJs y un live set de primera línea.
Por mi oficio de fotógrafo, me acerqué al templo del techno THE GARAGE OF THE BASS VALLEY bastante antes del comienzo del evento, que sería a partir de la medianoche, para conocer a lxs artistas y fotografiarles en la previa. Gran sorpresa fue encontrarme con el muy conocido fotógrafo fetish/ shibari Agustín Benítez (AKA Tentesion) con el que compartí mi curiosidad sobre el maravilloso bondage japonés desde la experiencia de un pionero en la difusión de este arte en la península. Fue un auténtico placer fotografiar con él hombro con hombro.
LITH LI fue la primera en adueñarse de los platos, enfundada en un ceñidísimo traje entero de látex negro y coronada con dos enormes cuernos, su sola presencia causaba intriga y admiración, mantuvo a los tempraneros calentando motores con Hard Techno oscuro antes de la primera performance de danza, coreografiada e interpretada por Daniel Chamizo.
Mediando la madrugada y con la sala a tope arrancó el segundo set con Techno/ Dark Wave de los vinilos de FROM HELL, con un magnífico sonido oscuro que acompañaba a la perfección las proyecciones de la artista visual Heidi Valda, previo a la actuación de la Pole Dancer Esther Chen, caracterizada como una virgen sensual y provocativa.
Durante el set de FROM HELL se escuchó que lamentablemente SIERRA, la productora musical francesa, cabeza del cartel, no actuaría esa misma noche, por lo que al acabar la performance retomaría al comando de la nave sonora LITH LI, con más oficio techno he introduciéndonos en la próxima performance, a cargo del performer radical MARCOPUNK.
El cambio de grilla a último momento hizo que se postergara el set de REITZE hasta bien entrada la madrugada, lo hizo a todo volumen y con un Hard Techno Industrial que mantuvo la pista encendida hasta el final.
La propuesta de la edición CRUCIFIXION de QUINTAESENCIA fue leal a lo que en experiencia sensitiva prometía. A través de la música, las proyecciones y las performances desde poéticas, sensuales o extremas, al público se nos permitió conectar con las tres partes de la mente en pos de expresarnos completamente liberados y en comunión con los demás en la pista de baile, convertida el algún momento álgido de la noche en un serpentario de cuerpos semidesnudos, enfundados en outfits de dominantes y dominadxs o vestidos de calle, retorciéndose piel con piel al ritmo hipnotizante de la música entre potros de tortura, estacas cruzadas y una intervención shibari en vivo y en directo. Caótica, excitante y reveladora, al cabo equilibrada: entre nihlista y hedonista, poética, transgresora y contestatariamente blasfema. En CRUCIFIXION la expresión artística vino por todos lados y se percibió desde todos los sentidos. En lo personal la experiencia fue reveladora, en tanto y en cuanto el Arte fue protagonista y conductor esencial de la expresión humana en búsqueda de conectar a las almas, tal como es el lema de QUINTAESENCIA.