39 Herzios Radio Show #2 – Entropy
octubre 23, 2019Especial: Le Syndicat Electronique
noviembre 20, 2019texto: María Aranda // fotos: @jarciani
El fin de semana pasado la mítica Sala Groove (Pinto) acogió el mayor festival de música del sur de Europa dirigido a los amantes de los sonidos más oscuros.
El viernes se abrieron las puertas de la antigua sala Panic, santuario de la escena dance, para convertirse en el templo del primer rito vampírico en España. Dark, EBM, Synth, Industrial, PostPunk, Electro...Una conjunción de estilos musicales que evocan décadas pasadas, pero que ha congregado a casi mil personas en una reunión nostálgica que ha dejado un claro mensaje: queremos más.
Algunos problemas de sonido, algunos tiempos muertos demasiado largos que los Djs David El Niño & Charly Sodiaz supieron capear tirando de la artillería más pesada de la escena, el mérito de este festival está en conseguir traer a España bandas legendarias que llevaban años sin tocar y congregar en Pinto a un público que ya no se encuentra en la veintena.
Por problemas en el acceso, Flash Zero abrían el festival de manera muy breve, resurgiendo inmediatamente la electrónica nacional más primigenia demostrando que se encuentran entre las bandas más eternas de este país. The Cassandra Complex dejaron claro que el escenario sigue siendo su terreno, dando una clase magistral de energía a pesar de los años. Los barceloneses Larva, que desplegaron su electrónica industrial, dominaron el Mad Stage el viernes, proclamándose dueños y señores de la carpa que lo cubría.
Llegó el turno de los suecos Covenant que, aunque con problemas de sonido, convirtieron la Sala Groove en un escenario de sonidos industriales épicos. El cambiado Eskil Simonsson (rapado al cero) se erigió entre el humo y los focos con su sensibilidad y el público, que escuchaba las idas y venidas de la voz, empujó aplaudiendo sin concesiones.
The Lords of Acid sonaron potentes pero con un show sexual anclado en el pasado y ya demasiado manido y gratuito. The Horrorist reventó la pista de baile con la electrónica más hardcore aunque con un planteamiento algo lineal y Ancient Methods puso el broche final a la primera jornada dejando a los asistentes exhaustos de bailar.
El sábado, que se planteaba como el plato fuerte, no decepcionó. El Mad Stage se abarrotó y vibró con las actuaciones de The Complexity o Alien Vampires. Casi a media noche aparecieron envueltos en humo (demasiado, porque hasta pasadas cuatro canciones no pudimos comenzar a vislumbrar sus siluetas), Field of The Nephilim, para las almas más góticas. Su líder, Carl McCoy, se mueve con una elegancia propia de un señor de las tinieblas, un cowboy de las oscuridades cuya magnética voz sigue siendo potente y voraz, Preacher Man abrió la ceremonia con esos riffs de western macabro.
A continuación llegaron los turcos She Past Away con el público ya entregado. Salieron sin miramientos, con un discurso firme y sin reservas. She Past Away es esa banda de las nuevas oleadas que han sabido recoger el testigo con respeto y sin alienarlo, pero adaptándolo a las posibilidades sonoras del siglo XXI. Con la pista ya enloquecida tras un interludio de voltaje electroclash de los djs, aparecieron Apoptygma Berzerk. Lo suyo fue un despliegue de baile y de conexión con el público incuestionable. Stephan Leonard tiene alma de estrella del rock, su habitat es el escenario y se alimenta del público. Y fue de agradecer. Lo que sucedió fue una hora de baile non stop que hizo sudar a todo el mundo. los míticos Robotiko Rejekto cerraron una primera edición que ha reunido a gente no solo de toda España sino también de Europa, con un cartel muy ambicioso y una campaña de comunicación no muy amplificada que ha tenido más éxito por el boca a boca. El DarkMAD es el ejemplo de cómo una idea llevada a cabo con ganas y con cariño se antepone a cualquier problema en la ejecución.
Puede que sea el comienzo de un nuevo movimiento, puede que estemos asomando al resurgir de una nueva escena gótica. Sea lo que sea, larga vida al DarkMAD.