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Vuelve Fernando Lagreca, y lo hace completando el viaje iniciado con el primer EP ‘Imperfections Side’ presentando su útlimo trabajo “A Thousand Years”, publicado en su sello Beautiful Accident. Ha logrado, como pocos, encontrar un espacio, música y público suficientes para aportar y encontrar la música y el mensaje concreto que quería transmitir. El resto ha sido cuestión de tiempo, ideas, aciertos, afinidades, inagotable curro, y una honestidad y pasión hacia su propia música, que ha removido tierras. Así, una vez más, los sintetizadores y las cajas de ritmos son los principales protagonistas de los cuatro temas de este esperado EP, que no sólo consolidan un sonido, sino que son una demostración del nuevo viraje que está tomando en su carrera musical. Y todo ello sin dejarse nada por el camino, mientras corrobora la misión que siempre ha tenido la música electrónica: jugar con el presente y avanzar hacia lo desconocido.
En la Side A encontramos el primer tema del EP, “World”, resuena con fuerza, acompañado por una crujiente percusión, mientras unos sintetizadores emotivos y unas elaboradas capas de arpegios, conviven con sonidos más próximos al R&B. Toda una exhibición de criterio musical al que no se le puede toser.
Le sigue el heterodoxo ‘Someone’, que añade contundencia e intensidad al conjunto del disco, mezclando géneros con soltura y coherencia, dando fuerza a una pista vocal que habla sobre la paradoja de la incomunicación en una época marcada por la comunicación. Un tema de corte pop y punteado por el deep house, que consigue llevarnos, suavemente, hasta el infinito y más allá.
En la Side B Lagreca nos traslada a un sinuoso viaje de interiores con “A Thousand Years”, donde nos sumerge en una intensa e hipnótica atmósfera, ejecutada con inteligencia, tan reflexiva como disfrutable en la pista de baile.
Por último, ‘Asking You’, cierra un EP lleno de contrastes con una pieza crepuscular, de lenta combustión, capaz de suspendernos tranquilamente en el vacío, a base de sutiles melodías, que abren una y otra vez esa incógnita de lo que está por venir.
Fernando Lagreca no se debe ni a nada ni a nadie y, con esta contundente confirmación de su talento en plena expansión, sigue jugando a pasárselo bien Se está muy bien dentro de este disco, y todo lo demás que haya ahí fuera no debería importa nada.